El documento resume las tradiciones y costumbres de las bodas en la antigua Roma. Se detalla que las mujeres se consideraban preparadas para casarse a los 14 años y que tras el compromiso la novia se preparaba el día anterior vistiéndose de blanco y naranja. El día de la boda la novia se adornaba con flores en el pelo y un velo naranja, y tras la ceremonia religiosa y el banquete era escoltada a la casa del novio por flautistas y antorchas.